El susurro distante de las horas
no resulta gran consuelo
pocas horas hace que te leí
y aún así ya te echo de menos.
Tus manos que me acariciaban
y tus ojos me deleitaban
esa sonrisa dulce para mí
y unos besos que bebí.
Unos abrazos inesperados
y unas manos me guiaron
tras esa oscuridad
con la luz que tú emanabas.
Vi mi vida empezar
de una manera sorprendente
con una voz que me guiaba
y me servía de aliciente.
Todo dentro de mí
crecía sin precedentes
si estuvieras aquí
sería un sinvivir de emociones.
De ti me enamoré
y vivo con ese sentimiento
mas cuando te veo
me enamoro cada vez de nuevo.
La verdad es que odio el amor, pero leer estos poemas me hace dudar. Es precioso. :)
ResponEliminaMuchas gracias, Euterpe. El amor puede ser maravilloso :).
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