Los días pasan
con tanta calma y sin prisa,
el sol que baja
y la luna que brilla.
Y lo siento yo
como si me los arrebataran
del calendario, de mi vida
sin poder apenas rechistar.
Pero es un hecho:
el verano avanza, sin prisas.
Los pájaros cantan,
las nubes aprisan
para las primeras lluvias.
Ay, agosto. ¿Qué has hecho
con mis años, qué has hecho
con mis días? Arrópame en tu calor
y alárgate al infinito.
